Hola David,

¿Se puede aplicar el método IFR al ukelele? ¿Cómo sería el mapa de notas en el mástil, dado que las cuerdas están afinadas fuera de orden?

Saludos,
Estela

La respuesta de David:

Hola Estela,

¡Claro que sí! De hecho tenemos muchísimos alumnos del ukelele. El método IFR se puede aplicar a cualquier instrumento que produzca notas musicales. Lo único que tienes que aclarar es cómo están repartidas las notas de nuestro sistema musical en tu instrumento.

Con la guitarra aprendemos esto con el ejercicio Nube. Podemos hacer exactamente lo mismo con el ukelele pero la forma de la nube será distinta. Voy a suponer que utilizas la afinación tradicional del ukelele:

primera cuerda = A
segunda cuerda = E
tercera cuerda = C
cuarta cuerda = G (una octave más arriba)

Esta afinación es irregular pero contiene una casualidad muy bonita. Los intervalos entre las tres cuerdas más agudas son exactamente iguales a los intervalos entre las tres cuerdas más agudas de la guitarra. Por lo tanto puedes aprovechar la versión del Ejercicio 1 para guitarra, moviéndote por estas tres cuerdas de tu ukelele de la misma manera que lo haríamos con la guitarra.

Ahora hablemos de la cuarta cuerda (G) que está afinada fuera de orden. Fíjate que esta cuerda en realidad no te aporta ninguna nota nueva. Es decir, cualquier nota que tengas a tu alcance en esta cuerda ya existe en una de las tres demás cuerdas. Por lo tanto, una manera muy lógica de acercarte a este instrumento es simplemente descartar esta cuerda cuando estás improvisando melodías. Como no te aporta ninguna nota nueva, no tienes por qué enfrentar la complejidad de que esta cuerda esté afinada fuera de orden.

Lo que sí puedes hacer con esta cuerda es aprovecharla para tus acordes. Con el método IFR aprenderás a construir tus propios acordes seleccionando notas por su posición en la tonalidad. De la misma manera que lo hacemos con la guitarra, también podrás hacer esto con el ukelele aprovechando todas las cuatro cuerdas.

Es así que aplicamos el método IFR al ukelele. Dejamos la cuerda G de lado a la hora de improvisar melodías porque no nos aporta ninguna nota nueva, pero sí la aprovechamos para construir acordes porque nos aporta una voz más a cada acorde.

Espero que esta explicación haya sido clara y que te haya ayudado. Si no lo ves claro o si tienes alguna pregunta más, no dudes en escribirme nuevamente.

Gracias y saludos,
David